Movilizarse - hacer que la atención sanitaria se centre más en el paciente

Última actualización: 01 de noviembre de 2019

Puede acceder legalmente a nuevos medicamentos, aunque no estén aprobados en su país.

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Pieza de opinión

Los teléfonos móviles no sólo nos ayudan a estar conectados, sino que también son potentes herramientas que conectan dispositivos portátiles como monitores o sensores. El seguimiento de la salud personal, el ejercicio, los niveles de azúcar y los patrones de sueño son sólo algunos de los usos del móvil. La tecnología tiene potencial para ayudar a que la asistencia sanitaria se adapte mejor al paciente y mejorar el desarrollo de nuevas terapias. Las empresas farmacéuticas han tardado en adoptar nuevas formas de mejorar la atención al paciente, pero últimamente han dado pasos adelante.

Me llamo Laura Manca y soy Directora de Cartera de Productos y Defensora de la Innovación de everyone.org. everyone.org La misión de la OMS es redefinir la asistencia sanitaria situando las necesidades de los pacientes en el centro de todo lo que hacemos.

El mes pasado, la conferencia mHealth for Clinical Trials reunió en Londres a innovadores del mundo de la medicina para debatir cómo puede utilizarse la tecnología móvil para mejorar el desarrollo de nuevos medicamentos. El objetivo: trazar vías para mejorar la investigación de nuevos medicamentos.

Un estudio de 2016 destaca que la inscripción de pacientes, la recopilación de datos y la comunicación con los cuidadores son algunos de los retos más frecuentes en los ensayos clínicos. Las tecnologías móviles bien podrían ser la respuesta adecuada. Por ejemplo, los ensayos clínicos son de difícil acceso para los pacientes que viven en zonas rurales o ciudades pequeñas. Más difícil aún es visitar el centro de investigación un par de veces al mes. Los "chequeos" a distancia con tecnología móvil podrían ayudar a solucionar este problema.

Una posible ventaja es que, mediante una aplicación, los participantes en ensayos clínicos pueden notificar rápidamente cualquier efecto adverso e informar de sus progresos con facilidad. Dispositivos como los wearables (como un smartwatch) permiten a los médicos controlar a distancia la frecuencia cardiaca y la temperatura de cada paciente. Todos estos datos pueden recogerse y revisarse automáticamente.

Los móviles pueden actuar como balizas de localización, indicando al personal médico dónde se encuentran exactamente los pacientes, lo que resulta útil en caso de emergencia. Además, puede ocurrir que los pacientes mueran durante un ensayo clínico, y existe la presión de entender exactamente qué causó cada muerte. Aquí la tecnología móvil podría ayudar.

Los wearables y otras herramientas móviles introducen, sin embargo, una gran fuente de variabilidad que hace más complejos los ensayos clínicos y el análisis de datos. Dadas las estrictas evaluaciones de los ensayos de nuevos medicamentos, esto también puede causar retrasos adicionales en la autorización. La pregunta es: ¿cómo pueden confiar los investigadores en que dispositivos idénticos proporcionen la misma información y los mismos resultados? Cualquier variación, por pequeña que sea, tiene un gran impacto en los ensayos clínicos.

Un obstáculo para el uso global es que, por desgracia, las empresas farmacéuticas tienden a trabajar de forma independiente. En la conferencia sobre mHealth me sorprendieron los debates abiertos y la disposición de las grandes farmacéuticas a compartir sus resultados. Sin embargo, eso podría no ser suficiente. Los servicios innovadores como el nuestro también podrían intervenir para ayudar a que los pacientes no se queden atrás, pero no es lo ideal.

El móvil está ayudando a los pacientes ahora y está contribuyendo a acelerar los avances médicos para el futuro. Pero hay que centrarse en la colaboración y dar prioridad a las personas. Las empresas farmacéuticas tienen que compartir sus conocimientos y sus éxitos, porque al final nuestro objetivo es cuidar de la salud de los demás. No perdamos esto de vista.